lunes, 27 de agosto de 2018


                       GETA. 








Publius Septimius Geta, 189-211 d.C, segundo hijo del emperador Septimio  Severo y de Julia Donna y hermano menor de Caracalla con el que siempre tuvo enemistad.







Septimio Severo le nombra César en el 208-209 d.C para que gobierne conjuntamente con su hermano Caracalla. La rivalidad entre ambos hace que  Septimio en un intento por conciliarlos los lleve con él a la campaña de Britania para que participen en las luchas contra los escoceses, dando a Caracalla el mando militar y a Geta el mando civil y la burocracia.
A la muerte de Septimio en marzo del 211 d. C, los dos hermanos regresan a Roma y gobiernan conjuntamente bajo la atenta mirada de su madre Geta es nombrado co-augusto junto con Caracalla.
Caracalla tenía 22 años y Geta 21.



 




Las acusaciones y sospechas entre ambos hace que dividan el palacio y lo convierten en un campamento armado.
Se dice que apoyado por su madre Julia Donna rechazó la propuesta de Caracalla de dividir el imperio, gobernando cada uno una parte.
La enemistad entre ambos es manifiesta y Dión Casio dice “los dos fingían amarse y alabarse entre si pero los hechos eran diametralmente opuestos y cualquiera podía ver que algo terrible iba a resultar de esta situación”
Los hermanos discutían por cada ley y cada encuentro y la situación llegó a tan insoportable que a finales de año durante el festival de las Saturnalias Caracalla intentó asesinarlo sin éxito. 

Bien por la envidia de Caracalla bien por los intentos de Geta de apartarle del poder al final fue asesinado por Caracalla en Septiembre del 211d. C cuando acudió a una reunión de conciliación sin su escolta, parece que murió en brazos de su madre.




Ante los intentos del pueblo de convertirlo en dios a su muerte parece que en un principio dijo “sit divus, dum non sit vivus”, (sea dios mientras esté muerto).
Una vez consolidado en el poder Caracalla  intentó por todos lo medios que Geta no fuera recordado así consagró al templo de Serapis la espada con la que según se jactaba había matado a su hermano y según Dion Casio “los poetas cómicos no se atrevieron a usar el nombre de Geta en los dramas y se confiscaron las fortunas de quienes lo mencionaban en sus testamentos”, (DCLXXVII), llevó su venganza hasta el extremo de ordenar que el nombre de su hermano fuera borrado de todas las inscripciones y estatuas que le habían sido erigidas (damnatio memoriae) y mando asesinar a muchos de sus partidarios y amigos.