lunes, 6 de noviembre de 2017

JUSTINIANO I , "EL GRANDE"

JUSTINIANO I, EL GRANDE. (482 – 565 d. C). Emperador desde 527 d. C.

Flavius Petrus Sabbatius Iustinianus, nace en Tauresio, una pequeña aldea Iliria, situada en la actual Macedonia, se cree que de familia humilde, el cognomen “Iustinianus” lo toma tras ser adoptado por su tío Justino, en anterior emperador de Bizancio Justino I.

En su infancia su tío lo lleva a Constantinopla donde recibe una brillante formación civil y militar, tras las subida la trono de Justino y al amparo de este va escalando puestos en la administración, primero es nombrado cónsul, luego comandante único del ejército y finalmente sucesor ya que Justino I no tenía hijos.
Se casó con Teodora, una ex-actriz y cortesana veinte años más joven que él en medio de un gran escandalo.
Se rodeó siempre de unos colaboradores excepcionales, Triboniano (leyes), Juan de Capadocia y Juan de Barsine (finanzas) y Belisario y Narsés (ejército).


Sólido de Justiniano I.

Tras su subida al trono sin oposición tras la muerte de su tío muy pronto tuvo que enfrentarse a una revuelta popular instigada por las clases altas debido a las fuertes subidas de impuestos, esta revuelta recibió el nombre de “Revuelta de Nika” y Constantinopla durante cinco días se convirtió en un campo de batalla con barrios enteros arrasados, incluso parece que el emperador ante la gravedad de la situación pensó en la huida y sino lo hizo fue a instancias de su esposa Teodora que le dijo la famosa frase “la púrpura es la mejor mortaja”,  tras controlar la revuelta, reprimió esta brutalmente con cerca de 30.000 ciudadanos muertos indefensos cercados por sus tropas bajo el mando de Belisario y Mundus en el hipódromo.






Su política exterior estuvo marcada por la idea de la “Renovatio Imperii”, el intento de alcanzar el esplendor de la antigua Roma y conquistar a los Bárbaros los territorios de occidente que habían arrebatado a Roma, para esto en primer lugar aseguró las fronteras orientales del imperio firmando una paz con los persas <<la paz eterna>>, una vez conseguido esto se lanzó a la conquista de territorios del imperio romano, primero derrotó a los Vándalos por medio de su mejor general Belisario conquistando el norte de África, Córcega, Cerdeña y las islas Baleares después atacó al reino Ostrogodo conquistando sus territorios de Sicilia, el sur de Italia, Roma y finalmente ocupando su capital Ravena, en una tercera campaña militar puso bajo su dominio aunque durante un breve periodo de tiempo la parte sur de Hispania y costas y ciudades del sudeste de la península llegando a dominar Cartagena, una de las ciudades más importantes del imperio Visigodo. Si bien las continuas sublevaciones y una peste diezmaron al final de su vida el poder del imperio. Murió en el 565 d. C a los 82 años, siendo un emperador impopular debido a las constantes levas para sus conquistas, las construcciones faraónicas y la subida generalizada de impuestos por lo que su muerte fue recibida con júbilo.


Tuvo una política de éxitos espectaculares pero efímeros
En su reinado destacó especialmente por una mejora notable de la hacienda pública, la recaudación de impuestos y sobre todo por su labor legislativa con una recopilación, revisión y puesta al día del derecho romano con una serie de códigos (Codex Iustinianus, Digesto, Institutas, Novellae Constitutiones etc..) que han pasado a la posteridad como la base del derecho civil moderno, también construyó numerosos templos entre los que destaca la iglesia de S. Sofía.



Es el primero que introduce en la moneda los retratos y símbolos religiosos.



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